Agentes de la SSP lo golpearon y amenazaron de hacerle daño a la mujer que lo acompañaba, aseguro Eduardo.
PROGRESO, Yucatán, lunes 10/08/20.- De nueva cuenta agentes de la Secretaria De Seguridad Pública (SSP) del gobierno del estado de Yucatán, volvieron a ser señalados ayer por la tarde de abusos policiacos, luego de que detuvieron a Eduardo E. V., al cual golpearon y lo amenazaron de agredir a una mejer en calles antes de llegar al puerto de Progreso.
El joven Eduardo E. fue detenido junto con su familia, por los agentes de la policía estatales y municipales en un retén sanitario instalado a las afueras del puerto de Progreso, colindante a una carretera de terracería, cuando circulaba a bordo de una camioneta blanca de uso familiar.
Los oficiales lo obligaron a golpes a bajarse del vehículo, lo llevaron hasta el camino de terracería detrás de las patrullas de la SSP, donde lo siguieron golpeando, ya que el joven logró hacer una llamada telefónica a su padre, el cual llego minutos más tarde a bordo de un Volkswagen Jetta, con placas de circulación YZH-311A.
Los oficiales al ver que hizo una llamada intentaron quitarle los teléfonos celulares, pero este al poner resistencia lo arrastraron detrás de una patrulla y lo siguieron golpeando, incluso los oficiales lo amenazaron de agredir físicamente y sexualmente a la mujer que iba con él.
Los oficiales al percatarse que el padre del joven Eduardo E. llegó hasta el lugar gravando con su teléfono celular la situación, lo dejaron de intimidar e intentaron trepar al detenido a bordo de la patrulla de la SSP estatal, con número económico 6533.
Los oficiales encararon al padre del joven e intentaron persuadirlo que dejara de gravar, incluso le dijeron que su hijo no estaba detenido a pesar que lo habían sacado de la carretera federal y lo tenían oculto en una calle de terracería, situación que aprovecho el joven para treparse en el automóvil de su padre y ponerse a salvo de los uniformados.
El afectado dijo que los oficiales le revisaron todo el vehículo y no le encontraron nada, pero querían quitarles los teléfonos celulares que portaban, al final el joven fue liberado ya que no se le atribuyo ningún cargo, pero si se fue a su casa con una golpiza.