Ex policía de Kanasín fue sentenciado a 30 años de cárcel por matar un sexagenario filatelista

Ex policía de Kanasín fue sentenciado a 30 años de cárcel por matar un sexagenario filatelista

MÉRIDA, Yucatán, domingo 06/12/20.- Por matar al filatelista Jorge Carlos F.F., de 64 años de edad, el ex policía de Kanasín Allem Enrique Leal Martínez fue condenaron a 30 años de cárcel, por lo que estará privado de su libertad, por el delito de homicidio calificado

Los jueces María del Socorro Tamayo Aranda, Verónica de Jesús Burgos Pérez y Sergio Javier Marfil Gómez, después de apreciar todas las pruebas aportadas por la Fiscalía emitieron un fallo condenatorio por unanimidad, por lo que condenaron al ex policía Enrique Leal Martínez a 30 años privado de su libertad.

Lo condenaron también al pago de la reparación del daño, por dos millones 059 mil 760 pesos a favor de quien o quienes tengan derecho a ello.

Lo amonestaron públicamente, le suspendieron sus derechos políticos, le negaron los sustitutivos de sanciones y de condena condicional, y le prohibieron acercarse al denunciante Luis Rubén R.F. en un rango de 200 metros y por el plazo de tres años, una vez que haya compurgado su sentencia.

El septuagenario fue brutalmente ultimado, de modo que se le fracturó los huesos del cráneo, cara, ambas manos y pies.

El occiso tenía un negocio de numismática y filatelia en el Bazar García Rejón, llamado “Monedas Mundiales”, nunca se casó y vivía solo, al lado de la casa de su hermano Gilberto, el cual estaba muy enfermo y que finalmente murió al poco rato de conocer que su consanguíneo fue asesinado.

El 2 de diciembre del 2019, a las 14:30 horas, el ahora occiso, su empleado de nombre Roberto Carlos S. y la esposa de éste, Samaria S.R., llegaron a la casa marcada con el número 571 de la calle 62 entre 71 y 73 del Centro, para disponerse a almorzar junto con la suegra del trabajador, un niño y un hermano del hoy extinto.

Minutos después, Jorge Carlos se levantó y dijo que tenía “agendada una cita de negocios”, salió por el patio, abrió un portón que da hacia la casa de junto, en la que vive, marcada con el número 569.

Después empezaron a escuchar gritos y golpes, por lo que llamaron al celular del sexagenario, pero no contestó.

Al ir a verlo y al entrar a su vivienda, se toparon que de la planta alta bajaba el ahora procesado, al que le preguntaron qué hacía allá y no contestó y forcejeó con Roberto Carlos, quien lo retuvo y lo entregó a las autoridades.

Ciudadanos Al dia

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