TRAS EL ÚLTIMO TERREMOTO, DESCUBREN EN OAXACA ANTIGUAS PINTURAS RUPESTRES
OAXACA, domingo 05/07/20.- Tras el sismo de 7.4 grados que tuvo lugar el 23 de junio en Oaxaca, México, sacó a la luz una parte de la antigua historia de Santa María Mixtequilla, un municipio ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec, al dejar al descubierto dos pinturas rupestres de hace cientos de años
El desprendimiento de las rocas del Cerro de la Pasión descubrió dos dibujos pintados hace centenares de años en las piedras que movió el temblor.
Uno de ellos, de 60 centímetros, son dos espirales que se unen en una sola línea con dos trazos paralelos, el otro, de unos 40 centímetros aproximadamente, asemeja a una persona de pie, sosteniendo hierbas o un cetro con una de sus manos.
Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) visitó el sitio del hallazgo un día después del sismo y, aunque no les revelaron más datos, supieron las medidas exactas de cada una y verificaron su autenticidad.
Aunque en las localidades de la Sierra Sur de Oaxaca el sismo dejó daños materiales importantes, en esta población el temblor les descubrió algo de los orígenes de este municipio, conocido popularmente como “La Venecia del Istmo” por su abundante agua.
Esta particular característica la comparte con las cuevas prehistóricas de Yagul, ubicadas en la región central de Oaxaca a 220 kilómetros de Mixtequilla, reconocidas por la UNESCO en septiembre de 2010 y en donde se encontraron pinturas de origen prehispánico con similitudes en los trazos y formas de las halladas en Mixtequilla.
Por ejemplo, la pintura del paraje conocido como Caballito Blanco de Yagul parece coincidir con la figura hallada en Mixtequilla de 40 centímetros por sus trazos, que parten de un centro hacia afuera.
Las pinturas del sitio Caballito Blanco datan desde el año 500 A.c. al 200 D.c. En Yagul, expertos del INAH informaron en 2010 que los autores de estos antiquísimos dibujos habitaron en cuevas elevadas en un periodo cuando el valle de Oaxaca estaba cubierto por el agua.
El desprendimiento de rocas en Mixtequilla no causó daños en la población y las autoridades esperan que el INAH comparta pronto los datos que arrojen sus investigaciones.